No es un tema fácil de enfrentar, lo concreto es que la mujer se ha ido incorporando a los negocios y ocupando posiciones directivas en muchas empresas, recién durante los últimos 30 años, en los países más desarrollados. Según estadísticas de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) aproximadamente un 30% de las posiciones directivas o cargos ejecutivos, están en manos de mujeres en empresas de variado tamaño.
Existen hoy en el mundo y en nuestros países ONG dedicadas potenciar la importancia de la mujer en el trabajo, promoviendo diferentes principios tales como:
1. Compartir las historias de éxito de las mujeres.
2. Valorara a todos los empleados al igual que las mujeres cuando se las valora.
3. Atender las necesidades de todos los trabajadores.
4. Involucrarse en causas relacionadas con las mujeres.
5. Apoyar la celebración del día internacional de la mujer.
Evidentemente en nuestros países la incorporación de la mujer al trabajo ha sido más lenta que en países desarrollados, por una cuestión cultural y económica, en el sentido de que muchos hombres consideraban que no era necesario que la mujer trabajará. No ocurre lo mismo con las generaciones actuales, en que las familias son más pequeñas y el poder sostener una cierta calidad de vida en una familia implica que la mujer también deba trabajar.
Por otra parte, la mujer hoy en día tiene acceso a niveles de capacitación, absolutamente diferentes a los que tenía hace 30 años atrás en toda Latinoamérica, basta mirar, la participación que tenía en los temas políticos hace 30 años y la participación que tiene hoy. Las dificultades de la vida han hecho que la mujer cada vez más participe en actividades laborales, y que se reconozca incluso, que su participación según algunas estadísticas ha contribuido a mejorar el PIB de ciertos países, con análisis de datos de más de 186 países, entre 1991 y 2017, y en el caso de las empresas ha generado una mejor rentabilidad, para sus socios o accionistas que van desde un 5% a un 20% que en la mayoría de las empresas se movió entre 10% y 15%. Sin embargo, existe una gran discusión, respecto de cómo incorporara a la mujer a las actividades empresariales o al mundo laboral dado que hoy la mujer tiene las capacidades y las competencias necesarias para desenvolverse en cualquier actividad laboral, incluido los cargos directivos o ejecutivos.
Una corriente , impulsada por organizaciones gubernamentales y no gubernamentales , propician la igualdad de género y la paridad de género, en nuestros países vía la dictación de leyes, que igualen la cantidad de empleados de ambos sexos en los niveles de decisión Gubernamental y también generen lo mismo en el sector privado de la economía, obligando a las empresas a cumplir con dichas disposiciones, lo que según dichos sectores contribuirá a generar los beneficios más arriba descritos , tanto para el país como para las empresas.
Por otra parte existe un sector importante, que sostiene que la igualdad de oportunidades es lo importante, y en ese sentido , están abiertos a otorgar las oportunidades a las mujeres , pero señalan que los cargos disponibles deben ser llenados , de acuerdo a las competencias y capacidades de las postulantes, lo contrario podría generar un empeoramiento del clima laboral en las compañías, al otorgar un cargo solo por una cuestión de igualdad de género o cuotas impuestas , contribuyendo a la desmotivación de los equipos directivos, al no tener la oportunidad de llenar los cargos , por capacidades y competencias.
Esta es una discusión que está en pleno desarrollo en nuestros países y deberemos estar atentos a como se define en el futuro próximo. Igualdad de género, Paridad de género, Dignidad de género, Competencias y capacidades, son conceptos muy utilizados políticamente y que dan cabida a muchas opiniones, que deberán ser debatidas en el futuro muy cercano y resueltas en bien de la paz social, con políticas públicas transparentes y beneficiosas para cada país.
Autor:
Managing Partner en TGS C&C Canessa