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07

Dic
2020

NACIÓ LA OPORTUNIDAD: MIEL GIBSON

El mundo ha sufrido una tremenda transformación en la forma de hacer las cosas, a propósito de la pandemia de Covid-19. De hecho, todos los paradigmas referidos a la forma de enfrentar los negocios y de cómo relacionarnos socialmente, han tenido un cambio radical, en todos nuestros países.

El uso de la tecnología nos ha permitido seguir relacionados, de una forma diferente, pero ya nada será igual, hay un antes y un después de marzo del 2020. No comentaré los desafíos que significará para las empresas y para el mundo, el uso de tecnología de punta que ya ha hecho y hará cambiar las relaciones entre todos los seres humanos. Tampoco hablaré de los cambios que han debido enfrentar las grandes corporaciones y empresas, porque para ellas, creo y tal vez en eso estemos de acuerdo, todo es más fácil dado el acceso que tienen a recursos financieros y económicos que a pesar de la pandemia siguen disponibles.

Todos hemos hablado y escuchado, acerca de la capacidad de reinventarse del ser humano, de reinventarse ante la adversidad. En Chile, de un total de aproximadamente 533.000 empresas, bajo todas las formas legales de organización, sociedades anónimas, sociedades de responsabilidad limitada, empresas individuales de responsabilidad limitada, etc., etc., el 97% de ellas pertenece al segmento de Pymes o MiPymes.

Este 97% de empresas absorbe el 49% de la mano de obra existente en el país, pero sólo genera el 20% del PIB del país. Por otra parte, sólo un 2% de las empresas, son de propiedad extranjera, o tienen participación de empresas extranjeras, en su capital. Dado lo anterior me voy a referir a un caso emblemático y muy mediático de reinvención exitosa de pequeñas empresas, de las cuales depende la mitad de la fuerza de trabajo de en Chile.

A más de cinco meses de que la pandemia del Coronavirus llegó al país, se ha podido observar que uno de los sectores más golpeados han sido las pequeñas y medianas empresas, los que, además de una crisis sanitaria, enfrentan una dura crisis económica que les impide funcionar con normalidad.

Pero el contexto actual obliga a los emprendedores a adaptarse rápidamente y buscar alternativas para levantarse, que incluye desde el acceso a financiamiento como también potenciar el e-commerce para alcanzar una mayor cantidad de clientes de manera online. Asimismo, otros han podido convertir la pandemia en una oportunidad para desarrollar su propio emprendimiento, que gracias a sus buenos resultados proyectan mantenerse en el tiempo. Quiero destacar quizás el caso más emblemático, mediático y anecdótico de nuestro país, en relación con las dificultades de la emprendedora y el éxito obtenido: MIEL GIBSON.

MIEL GIBSON – MEL GIBSON

Se trata de una profesora en Chile que ante la suspensión de las clases y por consiguiente la disminución de sus ingresos a cero, decidió emprender un negocio de venta de miel de abeja, lo cual realizó en aproximadamente dos meses, con ventas no superiores a los 10 kilos de miel de abeja semanal, todo ello vía internet y redes sociales. Transcurridos los dos meses decidió cambiar la marca de su producto a MIEL GIBSON con un logo que representaba el rostro del actor.

Lo anterior le significó una reconvención y la amenaza de una demanda de los abogados del actor, si no retiraba en 48 horas el nombre de su producto y la imagen del actor, que era en un tono obscuro que no dejaba ver su rostro, era solo como una sombra, en la etiqueta. Fue tal el revuelo que esta amenaza causó en redes sociales, que el caso llegó a ser comentado en The New York Times. Finalmente, los abogados del director y actor de cine se retractaron y Nació la Oportunidad.

Con la ayuda de otros emprendedores y de una agencia de marketing comenzó a supervisar las redes sociales y con la ayuda de SimpliRoute, un software de inteligencia comenzó a crear sus redes de despacho.

Hoy, en alianza con productores de miel de distintas zonas del país, está proyectando la apertura de tiendas en distintos centros comerciales, con los diferentes tipos de miel cuya variedad depende de la zona del país en que se producen, tras un aumento de más de un 400% en su volumen de ventas y la obligación de contratar personal para el empaque etiquetado y despacho de sus productos.

Quizás lo que comento no es un tema tan técnico como los que estamos acostumbrados a tratar, pero es parte de nuestra humanidad y de nuestra capacidad de cambio: Reinventarse siempre es algo provocado, por lo general no cambiamos si no se nos obliga a ello.

Autor: José CanessaManaging Partner en TGS C&C Canessa

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